viernes, 31 de marzo de 2017

Nuestro lugar




No se trata de negar todo lo obrado. Tampoco de imitar, plagiar o ignorar, al menos en consciencia. Se trata de formar una base ideológica experiencial y construir, a partir de ella, el balance retórico que tanto agrada a los especialistas y que, sin lugar a dudas, constituye uno de los propósitos primarios de nuestra organización.

De esta forma, estas líneas rehúsan desde el principio ser un marco teórico funcional, al mismo tiempo que pretenden sí, indagar en los pilares esenciales, las creencias de base que constituyen nuestra forma de percibir y dar sentido a nuestro periplo, planteando más preguntas que respuestas y con la esperanza de que esto último cambie jamás. Tal vez la única forma de delimitar el espacio de realidad en el que nos situamos y hacia donde vamos, sea levantando líneas aún precarias, quizás, de sentido y sustento, mas no de espíritu. Pues bien, ¿comencemos?

Afirmando la mejilla contra el frío de la cerradura, múltiples ciencias estudian el fenómeno humano. Todas desde una puerta distinta, deduciendo e induciendo, especulando y calculando, afirmando y negando, presentando modelos y teorías desde paradigmas ancestrales, donde el cálculo de veracidad es directamente proporcional al temporal. Y está bien. Imposible sería comprender nuestro propósito y es el misterio quien nos mantiene en la búsqueda. Nuestra propuesta no es distinta y es necesario comprenderlo, aceptarlo y abrazarlo.

Desde esta consciencia dibujamos al ser como un tejido de redes interconectadas en constante movimiento y acción. Tal como una artesana da vueltas y vueltas por el telar uniendo puntada tras puntada variados hilos en colores, formas y grosor; que el ser se construye articulando emociones, conocimientos, acciones, herencia genética y cultural, recuerdos, energía… y cuanto más podamos nombrar y no; como posibles condicionantes y no determinantes, hacia la formación de una persona que jamás acaba, que se forma y re-forma en ritmo perpetuo y constante.

Cada uno de los hilos de este tejido, de forma consciente e inconsciente, forma el paradigma de lo humano como ser individual y diverso, y es a través de él que el tiempo y el mundo, lo sensorial y todo aquello que no lo es, al unísono, cobran sentido para él. 

¿Cuál color será predominante?, ¿qué forma tendrá en un momento determinado?, ¿cuántos hilos serán utilizados en la construcción del tejido?, son preguntas que han cobrado especial relevancia en estos tiempos, quizás más que nunca antes, al examinar una realidad que poco se ha ocupado del ser, frente al deber y al hacer.

Hemos participado en la construcción de espacios fríos de sentir, fríos de expectativas, hablado de determinación, de categorías discretas, de conocimientos útiles, de oportunidades, de igualdad y su ficción. Hemos basado nuestras acciones en la misericordia, el trabajo en la dignidad, el intercambio en la rentabilidad. Hoy nuestra sociedad se presenta carente de emoción, con un rumbo trazado por la violencia de una cultura hegemónica que silencia nuestro sentir y que poco a poco, nos vuelve más violentos.

Sin embargo, lejos de pesimismos frente al estado actual de las cosas y compartiendo ideales de base de tantos otros, concebimos el espacio educativo como la esfera de protección suficiente que dote a este ser, a cada uno de los hilos de nuestros tejidos, del sentido que naturalmente le pertenece.
Sin reducir el aprendizaje a edades, murallas, currículo, cognición y uniformidad, sino observándolo como un estado constante del ser, en todo espacio y momento, vemos en esta acción la base para transformar y no reproducir, donde conflicto no es violencia, sino desafío, diálogo, conexión y crecimiento. 

En nuestra experiencia vital y profesional, la emoción no es accidental al proceso de aprendizaje, sino condición de existencia del mismo, pues, si se lo permitimos, lo dota de valor único e imperecedero. Significativo. Transformativo.

De esta forma, si buscamos revitalizar esa emoción que, muchas veces, lucha por ser escuchada sin cuestionamientos patológicos, sin categorías estáticas ni prejuicios, esa emoción que activa nuestra mente en conexiones y deseos, que nos vuelve creativos y empáticos; lograremos aprender no solo del mundo que nos rodea, sino de nosotros mismos y de nuestros desiguales, aquellos con quienes nos conectamos.

Rechazando la igualdad como un mínimo útil para el funcionamiento de las categorías actuales, aspiramos a reconocer en nuestra diversidad, con empatía, justicia y honestidad, la forma de relacionarnos.

En este sentido, concebimos el arte como una de las agujas que puede unir los hilos que conforman nuestro tejido, al mismo tiempo que permite el establecimiento de vínculos no superficiales y abre las puertas para analizar y criticar nuestra realidad, apuntando a la creación y transformación de materia y pensamiento.

Querida lector, acordamos una presentación, el lienzo esencial -casi blanco casi terso- de aquello que nos une y constituye, alejándonos por ahora de citas y legalidades, pretendiendo solamente situar el espacio ideológico que guía nuestro actuar, conscientes de lo ilusorio de fijar imperativos y reconociendo nuestra inocencia, al mismo tiempo que luchamos por mantenerla. Siendo así, solo resta afirmar…

Somos Educasentir




lunes, 23 de mayo de 2016

¿Juguemos?


El ejercicio es simple: ¿Está cómod@? Perfecto, ahora cierre los ojos. Sí, bien cerrados (quizás le convenga leer todo el ejercicio y luego cerrarlos, claramente). Ahora recuerde esas edades infantiles, l@s amigo@s con los que comenzó a construir su propia identidad, los pequeños espacios que se transformaban en eternos, en tiempo y materia. ¿Los tienes? ¿Sientes los sabores, los aires, las sensaciones en la piel, en el vello, en el pecho? Excelente. Ahora recuerde algún juego. Sí, cualquiera. Recuerde el contexto, las reglas, los participantes. Manténgalo en su memoria, no lo deje ir… y sigamos.

Si el recuerdo es claro, recordará las disputas que surgían por las reglas que constituían el juego y cómo algun@ (quizás usted mismo, pillín(a)) intentaba moldearlas para ser el ganador. Recordará que para que el juego fuera realmente divertido, todos debían tomarse el juego “en serio”, ser parte de él, colaborar entre todos para darle vida a esas reglas en un espacio seguro, lleno de creatividad y, ante todo, de alegría.

En la actualidad, inmersos en un sistema que pide de nosotros productividad, vemos cómo “juego” es sinónimo de “distracción” (y bueno, también puede serlo), dotando al término de una carga semántica negativa, donde su construcción y ejercicio pasa a ser “una pérdida de tiempo”. Pues, ¿tiempo de qué?, ¿tiempo para qué?

Dentro del contexto educativo formal, los juegos son vistos como propios de la educación pre-escolar, donde una vez que el niño o la niña es alfabetizad@, comienza a ser visto como una esponja que debe, constantemente, estar absorbiendo información “seriamente”, pensando en su futuro, en lo que será de su vida, en qué profesión quiere tener cuando sea grande, en sumergirse en la máquina-sistema que, según su profesión, lo proveerá mejor o peor de lo que “necesita” para vivir. Nosotros hemos vivido este proceso, pues dígame, ¿cómo ha funcionado?

En particular, el juego constituye una herramienta en el sentido más funcional de la palabra, por lo que dependerá de los creadores-jugadores el dotar esta forma del fundamento teórico, de los contenidos y objetivos que tendrá. ¿Por qué no podemos pensar que la creación literaria es un juego? Julio Cortázar, al hablar de sus cronopios y famas, ya planteaba el divertimiento que había significado su creación y traspaso al papel (2013). ¿Cuán efectiva es la enseñanza de Historia limitada a la lectura y memorización de conceptos? ¿Cuánto gana esta actividad si se dota de un componente lúdico? Hace unos años conocí a una profesora de Historia y Geografía que, para enseñar el periodo paleolítico, enterró en el patio del colegio una serie de osamentas (puntas de lanza y huesos hechos de yeso, anzuelos de piedra, etc.) para que los jóvenes desenterraran y, luego, desarrollaran un comentario científico-histórico de lo que habían encontrado. ¿Qué tan significativo habrá sido ese aprendizaje para los estudiantes?

Dentro del estudio de la motivación (cuestión tan discutida y analizada en los contextos de aula), el juego cumple un rol esencial como herramienta que estimula el surgimiento y tránsito desde una motivación extrínseca (centrada en el deber de realizar una tarea), hacia una intrínseca (centrada en el deseo y gusto por aprender) (Woolfolk, 2003). Al mismo tiempo, el juego entrega la posibilidad de un verdadero trabajo colaborativo entre estudiantes, permitiéndoles, desde sus reglas, generar lazos exigiendo la participación y acción inclusiva de todos los jugadores, convirtiéndose en un método de trascendental relevancia para generar instancias de educación emocional (Cassasus, 2007). Es más, esa exigencia deóntica por ganadores y perdedores, esa primacía del sentido competitivo por sobre el colaborativo, esa ha sido algo que desde la adultez hemos enseñado y transmitido a niños y niñas desde nuestra entrega al sistema económico-social y que no, necesariamente, le pertenece ni a su naturaleza ni a su esencia. Finalmente, esta capacidad del juego para ser un revelador de las características más personales que nos constituyen, como un método para generar el autoconocimiento y el aumento de la autoestima, ya ha sido explorado por diversas áreas del conocimiento artístico, entre ella el teatro (Jara, 2000).

Pues bien, quizás es tiempo de jugar, de que la educación deje de ser vista como aquella instancia formal y seria donde niños, niñas y jóvenes (alumn@-producto/productor), sean concebidos como individuos descontextualizados de su realidad y sus necesidades educativas; y comencemos el tránsito hacia una pedagogía socioemocional que reviva en ellos sus ansias críticas y creativas, entregándoles instancias de formación (el juego, como una entre tantas) que destaquen sus habilidades diferenciadoras en un contexto comunitario, en lugar de uniformarlos e igualarlos para la mantención y reproducción de instituciones que, como copia del sistema económico, han probado ser ineficaces para educar.

Bibliografía

Casassus, J. (2007) La educación del ser emocional. Chile: Indigo. Cuarto propio.
Cortázar. J. (2013) Clases de literatura, Berkeley 1980. Chile: Alfaguara.
Jara, J. (2000). EL clown, un navegante de las emociones. España: Proexdra.
Woolfolk, A. (2007). Psicología Educativa (pp. 370-373). México: Prentice Hall.

lunes, 21 de marzo de 2016

ONG Educasentir

PROYECTO INSTITUCIONAL







Directora Ejecutiva: Johana Toro
Valparaíso, 2016



Presentación

La institución ONG EducaSentir, surge en el año 2014 con el propósito de colaborar en el ámbito educativo a través del trabajo socioemocional con niños, niñas y jóvenes, realizando sus primeras intervenciones y actividades en la Región de Valparaíso. Ya en el año 2015 obtiene su personalidad jurídica, siendo un gran paso para seguir ejecutando sus diversos proyectos, los cuales, a través del tiempo, han vinculado la institución con diversas organizaciones nacionales, tales como: Instituto de Derecho Humanos, ONG Paicabí, Senda y Fundación para la Superación de la Pobreza. Actualmente, nos encontramos realizando diversos proyectos y concretando nuevas redes de trabajo. Todo esto, con la finalidad de poder desarrollar y potenciar el área socioemocional de niños, niñas y adolescentes. 

Equipo de Profesionales
Actualmente nuestra institución cuenta con 20 miembros activos, lo que nos ha permitido conformar un equipo interdisciplinario, pudiendo abordar el área socioemocional a través de diversas disciplinas: psicología, trabajo social, ingeniería, fonoaudiología, música, arte visual, kinesiología, educación, entre otras.

Misión
 
“Como ONG Educasentir, buscamos entregar una Educación humanizadora donde la emoción vuelva a tener protagonismo. Aprender a través de experiencias significativas que incluyan el contexto de cada persona, donde se respeten los tiempos, intereses, necesidades y diferencias de cada uno. El arte, como un medio de expresar lo que sentimos, y la cultura, que ha determinado el cómo manejamos nuestras emociones, serán elementos centrales en nuestras intervenciones.
Encuentro, autoaprendizaje y el re-conocernos, serán los momentos que guiarán la co-construcción de la educación socio-emocional que buscamos”

Objetivo General
Facilitar el desarrollo integral socio emocional del ser humano, a través del arte y la cultura, fomentando habilidades y aprendizajes en niños, niñas y adolescentes.

Metodología
Como organización, hemos podido vivenciar cómo las emociones tienen gran protagonismo en el quehacer constante de cada persona, donde la impronta ambiental y biológica influye de forma positiva o negativa en el pensamiento de cada ser humano. Así lo manifiesta Amanda Céspedes, reconocida médica de la Universidad de Chile,  que a través de años de investigación ha vivenciado y potenciado la importancia de educar las emociones. Nuestra ONG EducaSentir, durante el año 2015, trabajó con su equipo de profesionales en la creación de una metodología que integra las emociones, conocimientos previos, contextualización y valoración de cada ser humano.



                                                                                                    
Programas Socioemocionales

Nuestra propuesta es aportar a la Educación actual de nuestro país, a través del siguiente plan de acciones pedagógicas, organizadas en programas de arte y cultura.

Arte: arte circense, teatro, música, pintura, danza, canto, cuentacuentos y literatura.

Cultura: género, buen trato en la convivencia escolar, orientación vocacional, educación emocional, educación medio ambiental, liderazgo y trabajo en equipo, derechos humanos, yoga y meditación y alimentación consciente.
PROYECTOS EDUCASENTIR 2016

Programa Adulto Mayor
Programa Fomento Lector
Programa YoguiCuentos
Programa de Muralismo
Colectivo AlmaCuento
Programa Laboratorio de Derechos humanos para Educación media.
Programa de género
Programa Genero y comunicación








                                                                                





miércoles, 18 de noviembre de 2015

Violencia escolar: nuestra deuda con la emoción.

Con un grupo de profesionales de diversas disciplinas, hace ya más de un año emprendimos el proyecto de levantar una ONG que apostará por comenzar a integrar la emoción a la educación, de darle importancia a ese aspecto tan fundamental del ser humano, que hoy ha sido dejado totalmente de lado. Este emprendimiento actualmente lleva el nombre de Educasentir, un proyecto que busca llevar a las personas la Educación socio – emocional. Programas, talleres, capacitaciones entre otros, con una metodología transversal enfocada en el trabajo de las emociones y la comunicación con el entorno, son la base de lo que ofrecemos.

Durante este semestre nos hemos enfocado en recorrer diferentes establecimientos de Valparaíso y Viña del Mar, compartiendo nuestras propuestas y metodología. Más allá de los datos cuantitativos que se pueden obtener de investigaciones en educación, quisiera enfocarme un poco, en ese dato cualitativo que emerge del relato de los que día a día, más allá de la teoría y los números, deben enfrentarse a la realidad de cada institución educativa: docentes, inspectores, directores, psicólogos… El recibimiento de estos actores a nuestra propuesta ha resultado positiva, siempre con un argumento que apoya la iniciativa de incorporar la emoción a este proceso, que respalda desde la experiencia en las aulas, lo necesario que es incorporar nuevas prácticas en el trabajo con niños, niñas y adolescentes, que promuevan un desarrollo realmente integral.

Algo en lo que coinciden los diálogos que hemos sostenido con estos diversos actores de la educación, ha sido la falta de estrategias para implementar una real y efectiva política de “convivencia escolar”.  La violencia de nuestra cultura se manifiesta fuertemente en estos momentos en nuestros niños, niñas y adolescentes, generando un fenómeno psicosocial que afecta de manera transversal al sistema educativo. A nivel de política pública, en el 2011 se implementa una Política de Convivencia Escolar, con 3 ejes principales: formación, donde “se enseña y se aprende a vivir con otros” (textual según plantea el MINEDUC); participación y compromiso de la comunidad educativa, a partir de roles, funciones y responsabilidades de cada actor de los estamentos; y por último,  el tener presente que todo actor de la comunidad es sujeto de derechos y responsabilidades. ¿Cómo implementamos esos 3 ejes en cada institución? Es aquí donde aparece el actual “Encargado/a de Convivencia escolar”  a quien se le sugieren funciones tales como:

“Promover la participación de los diferentes estamentos comunitarios, disponer de la implementación de medidas para la convivencia escolar, elaborar un plan de acción, coordinar iniciativas de capacitación para la promoción de buena convivencia, y promover el trabajo colaborativo entre los actores de la comunidad. “

De lo anterior, quiero rescatar lo siguiente, analizarlo y reflexionar. En el eje de formación se menciona: “se enseña y se aprende a vivir con otros”. A la base de esta idea, debiese estar que como adultos estamos capacitados, tenemos las competencias para poder enseñarle a nuestros niños, niñas y adolescentes a vivir desde el buen trato, erradicando la violencia de las prácticas, pero seamos sinceros ¿tenemos estas competencias? ¿Existe alguien competente actualmente, en su totalidad, para hacerlo? Probablemente, con estas preguntas se pensará en profesionales que se han formado con post – títulos en convivencia escolar, que gracias a esto, debiesen estar capacitados para efectivamente, poder formar a otros. La verdad, es que me atrevería a decir, que a pesar de los años de estudio, o los grados académicos que puedan poseer, no necesariamente lo están.

Nuestro sistema educativo, en cualquier de sus niveles se enfoca en el desarrollo cognitivo, y cuando hablamos de convivencia escolar, no es la excepción. Se trabajan teorías que explican la violencia, se abordan estrategias para afrontarla, logramos comprender como la cultura nos hereda las prácticas violentas, pero ¿en algún momento se hace un trabajo personal, respecto de cómo erradico estas prácticas violentas que yo, como sujeto inserto en una cultura violenta también poseo y desarrollo en mi día a día? Más allá de la intelectualización frente a la violencia, es el tema de como la vivenciamos y como actuamos frente a ella. Cuando estoy inserto/a en una institución educativa donde hay violencia, como integrante del equipo educativo, ¿ejerzo violencia de alguna manera a mis pares y/o alumnos/as? Sea violencia física, psicológica o simbólica. Sea con gritos, invisibilizando e ignorando a alguien, discriminando por ser diferente o vulnerando propiamente tal, alguno de sus derechos.

Es complejo, el plantear una Política educativa de Convivencia escolar, que es implementada por personas que también violentan. Es responder a la violencia, con más violencia. No se llega a una solución, solo se convierte en una ilusión donde se crean cargos y procedimientos, que dejan la sensación de que “nos estamos haciendo cargo del problema”.

Creo, que para comenzar a trabajar realmente el tema de la violencia en el sistema educativo, es necesario un trabajo individual de quienes se desenvuelven en él. Cada persona tiene una deuda consigo mismo cuando de violencia se trata, una deuda de sanar las heridas, que la violencia en sus diferentes formas ha dejado inscrito en sus prácticas y en su forma de estar y ser en el mundo.

El sistema educativo que hoy tenemos, solo fomenta y potencia la violencia. Debemos considerar, por un lado, que la violencia emerge cuando la comunicación desaparece, cuando el lenguaje que socialmente nos caracteriza no nos es suficiente para manifestar lo que queremos decir, lo que pensamos o sentimos. Y es en este último punto, donde el sistema educativo genera el gran daño, en el sentir. Mientras crecemos en la escuela, uno de los principales escenarios en los que vivimos, se omite por completo nuestro aspecto emocional, o en alguna de las asignaturas que se cursan, ¿te enseñan a manifestar una emoción? ¿Qué hago cuando siento pena o rabia? ¿Me la guardo, la reprimo…  o la expongo?

Nuestras emociones, y como nos relacionamos con el resto, son un aspecto fundamental en el origen de la violencia que hoy caracteriza a nuestra sociedad, y debiesen ser el centro de la intervención cuando queremos avanzar en temas de “Convivencia escolar”, y no solo enfocando este trabajo a niños, niñas y adolescentes, sino que también considerando lo importante que es incorporar en esto a los adultos y adultas, que jugamos ese rol de modelo y reproductor de nuestra cultura. 

lunes, 14 de septiembre de 2015

PREGUNTAS AL MAESTRO Y DOCTOR EN PSICOLOGÍA JOSE MARÍA ROA VENEGAS



El sistema socio-educativo de España, hoy converge en la aplicación de los marcos regulatorios ceñidos a ley Loe o, también, reconocida como Ley orgánica de la educación.  No obstante,  la herencia de los modelos educativos implantados durante la dictadura de Franco, permanecieron anclados a las instituciones educativas hasta el año 1990, fecha en la cual fueron trocados por la ley orgánica general del sistema educativo y, posteriormente,  la mencionada Loe  (2006).  A pesar de aquello - y de la argumentación que hubo un desprendimiento de los regímenes de enseñanza surgidos en el período franquista-  las incipientes legislaciones que cruzan al país en materia educativa, han sido objeto de críticas por diferentes sectores sociales, los cuales sostienen la opacidad del sistema actual en España, y la ineficiencia del aparato político para reparar los daños que dejo el franquismo en la enseñanza local.
 Sistema educativo por competencias, calidad relegada al olvido, contenidos obsoletos, herramientas de enseñanza desactualizadas, aprendizaje no significativo, son los ápices que someten a esta estructura a la duda y la crítica pública, manteniendo la búsqueda y observación en los exitosos modelos que rigen otros países, y volcando su atención en la voz de los expertos.

 Viajamos a España a Conocer esta realidad,  la cual presenta altos índices de desaprobación  manifestada por su ciudadanía, y que está intentando una renovación y, por consiguiente, una nueva de manera de educar. Hablamos con el doctor en educación José María Roa, catedrático de la Universidad pública de Gránada, experto en enseñanza y aprendizaje en el aula,  y el cual ha volcado su vida al estudio de estos contenidos. Preguntamos su opinión respecto a que está ocurriendo en el país, el cual no escapa a los problemas educacionales, y que es precisamente en aquello en lo cual podemos conciliar que se asimila al nuestro. 



DIALOGO ACERCA DE LA EDUCACIÓN SECUNDARIA Y UNIVERSITARIA EN ESPAÑA.

1.- Introducción a su perfil y experiencia profesional (dialogo abierto).
·         Maestro de Enseñanza Primaria (todos los niveles).
·         Profesor de Enseñanza Secundaria (todos los niveles).
·         Profesor de Bachillerato (Filosofía, Lengua Española y Literatura).
·         Profesor Universitario en la Universidad de Granada. Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. (Magisterio, Psicopedagogía y Psicología).
·         Profesor Universitario en la UNED (Con venía para las asignaturas del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación).
·         Director de un Gabinete Psicopedagógico, (15 años).
(Toda esta experiencia desde 1973 hasta la actualidad)
2.- ¿Cuál es su apreciación del sistema educacional actual que rige España?
            Mi apreciación personal, del sistema educativo español, es negativa y frustrante en la medida que no debe llamarse sistema educativo, sino sistema manipulativo. El concepto de educación está totalmente distorsionado y manipulado ideológicamente. Es evidente que esto no es azaroso y que tiene unas claras intenciones políticas y sociales de favorecer valores e intereses de las clases dominantes. Hace mucho tiempo que grandes autores conceptualizaron ideas educativas de gran valía, (Dewey, Itard, Schön, Bruner, Ausbel, etc.), y sin embargo creo que nuestro sistema educativo está en la caverna; y no se debe a los profesionales de la enseñanza, que sufren la falta de valoración social, las condiciones de trabajo, los curricula de las carreras, etc.
Los resultados del sistema son evidentes en el alto fracaso, no sólo escolar, sino personal y emocional. El sistema educativo, en general, crea adeptos a valores deshumanizantes y a comportamientos sectarios.
3.- ¿Cuáles serían los cambios estructurales y fundamentales que deberían considerarse en una reforma educacional en este país?
            La Educación es quizás el campo que necesita un cambio estructural total. Comenzando por llegar a un acuerdo social amplio sobre qué es lo que entendemos por Educación, por Enseñanza. Este consenso debería desprenderse de ideología (política y religión), y tomar como guía al sujeto que se educa, llegando a la optimización de la conducta tanto individual como social de los educandos. La educación debe trascender más allá de los intereses económicos, ideológicos (en la medida que dan respuestas a los problemas del mundo, falsas e interesadas).
            Debemos tomar conciencia en este cambio de lo que supone la Educación para el desarrollo de un ser humano. No hay suficiente conciencia de ello, ya que estar educado en este país es aceptar los valores que nos transmiten, y si no los logras ya existe un sistema de evaluación castrante.
            El presupuesto más alto de un Estado debe ser el de Educación, pero no es el caso en este país. Es mejor salvar bancos que educar, y hacer personas con criterio y responsables.
En líneas generales propondría un sistema educativo en el que todo el curriculum fuera encaminado a crear personas con capacidad de crear conocimiento, ese sería el auténtico desarrollo humano, en definitiva hacer personas que razonaran, huyendo así de los comportamientos fanáticos; hacer personas que supieran afrontar y resolver de forma asertiva los problemas inevitables de la vida personal y social de cada uno, y hacerlo con creatividad; se debe fomentar la creatividad; también dar libertad y potenciar las toma de decisiones. Todo ello jalonado por una auténtica y cierta educación emocional.
Cualquier reforma o estructura que diera solución a lo anteriormente expuesto, sería suficiente para lograr, a medio y largo plazo, un nivel educativo óptimo.
4.- ¿Cómo concibe el proceso de enseñanza hoy en los centros educativos, y cuáles serían los aciertos y defectos del actual sistema de enseñanza en el aula?
            El gran acierto (evidentemente no lo es) de los procesos de enseñanza actuales, está en que son perfectas correas de transmisión de valores interesados. Interesa crear sujetos productivos, dóciles e insertos en un sistema injusto que no tiene compasión del diferente. Todo está basado en acumular datos y conocimientos que sólo sirven para plasmar en determinadas situaciones, pero que no ayudan a la comprensión ni a la transferencia de ese conocimiento para el propio desarrollo.
            Una sociedad deprimida, cargada de corruptos, de “picaros”, injusta porque margina, una sociedad en la que la juventud no tiene futuro, en la que se maltrata lo público; es una sociedad que no está educada. La clave es la Educación. Los resultados de la Educación no se deben ver en las notas del alumno, ni en el nivel de idiomas, se debe mirar en los comportamientos públicos de la sociedad que nos rodea.
            5.- ¿Qué opina de los modelos alternativos (escuelas libres, waldorf, Montessori, ect) de enseñanza?
            Opino que cualquier alternativa a lo establecido es fuerza dinamizadora social. Sin embargo, la estructura es tan fuerte que termina marginando cualquier iniciativa, relegándola a lugares y situaciones poco significativas. Entiendo que haya mucha gente que no está de acuerdo con este sistema educativo occidental y generalizado. Realmente creo que necesitamos una revolución en materia educativa.
            Cualquier alternativa me parece bien. Ojalá pudiéramos llegar al momento en que la política educativa fuera elegida por los propios discentes y docentes y todo el entorno social de forma científica y democrática; y que no fuera hecha por un conjunto de políticos (generalmente ineptos e ideologizados).

6.- Hoy en Chile, se ha introducido el incipiente proyecto de ley “carrera docente” al parlamento, ¿Qué opina de la formación de los docentes hoy en este país, y que sugerencias otorgaría al actual sistema de formación que recibe el profesorado en nuestro país?
            No tengo datos sobre el tema.
7.- Nuestra ONG se denomina “Educa sentir” y, en consideración de aquello, apreciaríamos conocer su opinión respecto a la educación emocional en el Aula.
            La educación emocional es la gran ausente en el sistema educativo. A mi entender es la base en la que se debe asentar la educación. Su ausencia es demoledora para el desarrollo de los discentes. Decía Platón: “ La base de la Educación es la Emoción”
8.- Para finalizar, como vislumbra la educación Universitaria en España en los próximos años?, en consideración de la inminente implementación del plan Bolonia.                                                  
            La veo abocada a facilitar el engranaje consumista. El conocimiento será válido en la medida que ayuda a transmitir valores de un capitalismo desmesurado e individualista. Pasará de ser un servicio público, a un servicio de intereses privados, en los que primen consumo y productividad. Honradamente el plan Bolonia es un fiasco, y pronto se recogerán los resultados.

Javier Farías Figueroa




            

domingo, 16 de agosto de 2015

Día del niño en Campamento Glorias Navales.

Este sábado 15 de Agosto fuimos invitados por lo Dirigenta Rosa Antiguay del Campamento Glorias navales a participar de la celebración del día del niño, programado inicialmente para la semana anterior, pero que debió correrse por motivos de los efectos negativos que dejo el temporal de lluvia y viento que tuvimos en la región.



Nuestra ONG estuvo a cargo de la entretención en este día: pinta caritas, globoflexía, juegos y pintado de mandalas fueron las actividades en las que participaron niños, niñas y mamitas presentes en la actividad; mientras la junta de vecinos se encargo de gestionar y entregar a cada familia bolsas de dulces, frutas, pizzas para compartir.



Desde el mes de Julio nos insertamos en esta comunidad como organización realizando un taller con el objetivo de Desarrollar a través del reciclaje, habilidades de convivencia y buen trato en niños y niñas. Semana a semana se ha mantenido una participación activa de parte de los niños y niñas; huertos verticales, creación de individuales y la restauración de su propia cancha han sido algunas de las temáticas abordadas sesión a sesión. 

Durante el mes de septiembre se dará inicio a un nuevo ciclo de talleres en beneficio de la población infanto juvenil del Campamento y se proyecta un trabajo para 2016 en el mismo sitio. Es nuestro objetivo mantener un trabajo a largo plazo en este lugar, co-construyendo un espacio de autoeducación entre niños y niñas, vecinos, profesionales y voluntarios.